Recogemos aquí la entrevista a Jesús Cimarro publicada por Teatro a Teatro el 10 de agosto y que hemos compartido ya en nuestras redes sociales:

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Jesús Cimarro (Ermua, 1965) es uno de los productores teatrales más importantes de España. A los éxitos conseguidos con Pentación, a cuyo frente está en solitario desde hace unos años, sigue sumando lo que bien podría llamarse ‘el milagro Mérida’. El Festival de Teatro Clásico, cuando él tomó sus riendas en 2012, caminaba desbocado hacia el desastre del déficit y la desaparición. En apenas un año, reformó la programación, volvió a llevar a la gente al Teatro Romano y regresó las cuentas a las cifras positivas. Aplicó criterios innegociables pero eficaces de gestión y, también, transformó la manera de comunicar la cita. La jugada, claro, le ha dado fama justa de hombre conocedor del secreto del éxito.

Él, sin embargo, no habla de “secretos” en ningún momento de esta larga entrevista. Todo lo contrario: habla con claridad de todo lo que se le pregunta y se convierte en ‘cicerone’ de excepción en un recorrido, el primero pero no el último que haremos este verano, por todos los detalles y secretos de un oficio a veces desconocido pero siempre fascinante: la producción teatral. Con Jesús Cimarro hablamos de Mérida, claro, pero también de los planes para el Teatro Bellas Artes y el Teatro La Latina, que gestiona, y del momento creativo del teatro español actual, y de sus orígenes en el teatro y la producción, de la salvajada del IVA, y del papel incumplido de las instituciones públicas en el teatro. Por supuesto, también hablamos de futuro.

El festival de Mérida

Teatro a Teatro-. Del riesgo de desaparición al éxito fenomenal. Ése ha sido el rumbo del Festival de Mérida en los últimos años, con usted al timón. La receta, casi seguro que me va a contestar eso, es trabajo, trabajo y trabajo. ¿Pero cuáles son los detalles de ese trabajo? ¿Cómo se atrae de nuevo a los mejores? ¿Cómo se convence a la gente para que llene el Teatro Romano? ¿Cómo se concita de nuevo la atención de todos los medios de comunicación?

Jesús Cimarro-. El mayor detalle es una buena planificación del trabajo, controlar los tiempos. A los mejores se les atrae con complicidad.

A la gente se les atrae ofreciendo espectáculos que interesen al público. Una combinación de calidad y comercialidad.

La atención de los medios se concita tratando a todos por igual y facilitándoles la información y el trabajo.

TaT-. Nos atiende con la 61ª edición del Festival en marcha. Ya se han estrenado la “Medea” protagonizada por Ana Belén, el “Sócrates” de Mario Gas y Josep María Pou, la “Asamblea de las mujeres” de Echanove… Quedan muchas grandes citas por delante pero, ¿qué es lo que más le motiva a usted de esta edición, como director del Festival y como productor?

J. C.- Lo que más me motiva es la variedad de propuestas seleccionadas en la programación de esta edición. Los espectadores están pudiendo disfrutar de las grandes tragedias griegas y de las divertidas comedias romanas.

Como productor estamos viendo cómo los espectáculos interesan y llenan las gradas del teatro romano.

El teatro Romano de Mérida, lleno

TaT-. El Festival está todavía en marcha y quizás es pronto para hablar de ello, pero ¿cómo van las cifras de este año?

J.C.- Van bien, están siendo cifras muy parecidas a las de la 60ª Edición, que fueron espectaculares.

TaT-. ¿Puede evitar pensar en Mérida 2016 mientras está sometido a la vorágine de Mérida 2015?

J.C.- Ja, ja, ja… evidentemente no puedo evitarlo, y siempre en la cabeza fluyen muchas ideas de cómo se puede articular una nueva programación distinta y diferente a las que se han presentado en las últimas ediciones.

Su carrera

TaT-. Quizás esa hiperactividad, el tener la cabeza siempre llena de proyectos y las manos ocupadas en ellos, sea la razón por la que al decir hoy “producción teatral”, el primer nombre que se le viene a la cabeza a casi todo el mundo es precisamente el suyo, Jesús Cimarro. ¿Eso cómo se consigue?

J.C.- Una gran actriz de este país utiliza las palabras que, casualmente, vosotros habéis utilizado al inicio de esta entrevista: con “trabajo, trabajo y más trabajo” y reflexionando en cada momento si los proyectos que afronto son de interés o no para el público.

TaT-. Me gustaría que hablásemos del presente del teatro y de su presente como productor, pero antes creo que estaría bien saber cómo llegó usted al mundo del teatro. ¿Se aficionó de pequeño? ¿Cómo lo descubrió y cuándo tomó la decisión de dedicarse a él?

J.C.- Con 15 años fundé, con un grupo de amigos, el primer taller de teatro municipal de Euskadi. Fue ahí donde tuve claro que me quería dedicar a la producción (en aquella época se le llamaba “organización”). A partir de los 18 tuve mi primera empresa. Desde ese momento hasta la actualidad me he dedicado a la producción teatral.

TaT.- ¿Cuál fue su primera experiencia como productor de teatro?

J.C.- Mi primera experiencia como productor teatral fue en el grupo de teatro al que pertenecía en el País Vasco, Geroa; me dedicaba a la producción y a la distribución. Hicimos muchos trabajos.

TaT-. ¿Y por qué productor, en lugar de actor, director o cualquier otro oficio relacionado con las tablas?

J.C.- Porque vi que había muchos actores y en el campo de la organización no había nadie y a mí siempre me ha gustado la gestión, la producción y la organización. Encontré ese nicho y me dediqué de lleno, además vi que tenía capacidad para este oficio.

TaT-. Pentación fue creada en el año 1988 por un grupo de profesionales en el que estaba usted junto a José Luis Alonso de Santos, El Brujo, Gerardo Malla, Margarita Piñero entre otros. ¿Cuáles eran las metas y las ilusiones en aquel momento? ¿Cuánto queda de aquello en la Pentación de 2015?

J.C.- Pentación es una empresa de iniciativa privada, cuyo objetivo es producir, promocionar y distribuir espectáculos teatrales. En segundo lugar, Pentación apostó por una renovación del lenguaje, los temas y los autores teatrales. Queremos un teatro que interese al público de hoy, que trate temas e historias “actuales”, contemporáneas. En la actualidad, de los socios fundadores solo quedo yo al frente de la empresa.

TaT-. ¿Y cómo se ha llegado a esa situación, la de que usted solo al frente de la empresa? ¿De qué manera ha evolucionado la empresa internamente, al tiempo que producía teatro?

J.C.- Las circunstancias, al resto de los socios, les ha llevado por otros caminos y me he quedado yo al frente de la empresa, pero sí te puedo decir, contestándote a la segunda pregunta, que en estos tiempos he coproducido con muchos actores y directores algunos de los mayores éxitos teatrales de los últimos años.

Componentes del grupo Geroa en 1986. Foto: Anboto News

TaT.- Hábleme de algunos de esos éxitos: ¿cuáles son los que más recuerda? Y hábleme también de los fracasos. 27 años dan para mucho…

J.C.- Por suerte han sido mucho los títulos con los que la empresa ha triunfado. Algunos ejemplos son “Yo Claudio” de Robert Graves, con Héctor Alterio; “El lazarillo de Tormes” con Rafael Álvarez del Brujo; o “La cena de los idiotas” con Pepón Nieto. Estos son tres ejemplos de los más de 150 espectáculos que hemos producido.

Los fracasos prefiero dejarlos en ese lugar donde se dejan las malas historias. Al final siempre te quedas con lo bueno.

El oficio de productor

TaT.- Algunos de sus compañeros de profesión se lamentan de que el productor siga siendo en España una figura poco conocida o de poco relumbrón. A mí particularmente me parece que el oficio tiene detalles y pormenores fascinantes, así que solicito su colaboración para dar a conocer algunos de ellos… Por ejemplo, ¿cómo comienza Jesús Cimarro el proceso de producción de una obra?

J.C.- Depende del proyecto. Hay una variedad de posiblidades: una, que yo seleccione un texto y plantee una dirección y un reparto; dos, que un actor o un director me planteen un espectáculo; y tres, que una empresa me plantee una producción o una coproducción.

TaT-. Después de ese primer paso, decidir el espectáculo, vienen todos los demás… ¿Cuáles son? ¿Cuál es el proceso completo, desde que se toma la decisión de montar una obra hasta que se estrena y sale de gira?

J.C.- Una vez tomada la decisión del espectáculo a producir iniciamos la preproducción, la producción y la distribución de la obra seleccionada. Se concretan los tiempos y se toma la decisión de poner nombre al equipo artístico y técnico.

TaT.- ¿Este oficio se aprende? ¿El oficio de productor… ¿se aprende? ¿O requiere de algunos rasgos de personalidad, digamos, innatos?

J.C.- Se aprende y, evidentemente, tiene que ser alguien que le guste esta profesión porque sino sería muy difícil llevarla a cabo. A veces puede resultar muy ingrata.

TaT.- ¿Qué habilidades o aptitudes tiene que tener, o adquirir, a su juicio, un buen productor de teatro?

J.C.- Como he dicho antes: que le guste lo que hace. Si le gusta tiene ganado mucho terreno. Muchas veces el productor actúa como psicólogo de los artistas escuchando y quitando temores que tiene esta profesión. En definitiva, tiene que ser un todo terreno.

TaT-. En otra entrevista para esta serie sobre los productores, que publicaremos más adelante, Concha Busto me dijo que el productor tiene que combinar el conocimiento de la gestión económica con el criterio artístico, con una línea artística propia. ¿Está de acuerdo? Y si lo está, ¿cómo definiría usted su línea artística?

J.C.- Sí, estoy de acuerdo con que tiene que haber una combinación entre la parte artística y económica o viceversa.

Por suerte he tenido la posibilidad de producir una gran variedad de espectáculos, casi 150 obras a lo largo de 32 años de profesión donde he mezclado distintas líneas artísticas; creo que es enriquecedor como productor tocar todos los palos.

Jesús Cimarro atiende a los medios

El momento actual del teatro

TaT.- Además de director de Pentación y director del Festival de Mérida, es presidente de la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza (FAETEDA), lo que le da una posición privilegiada para conocer la salud económica del sector, más allá de su propia experiencia: ¿cómo están las finanzas del teatro? ¿Son tan terribles como parece?

J.C.- Las finanzas del sector teatral se encuentran muy tocadas desde la subida del IVA Cultural del 8% al 21%. Las empresas se han quedado sin reservas y eso ha ocasionado que la inversión en los nuevos espectáculos sea menor. Han desaparecido compañías y se han dejado de hacer grandes espectáculos.

TaT-. La principal batalla, desde hace ya varios años, es el IVA. A alguien que no conozca los pormenores del sector, ¿cómo se le puede explicar de manera clara el efecto que tiene ese impuesto sobre la economía del teatro y las personas que se dedican a él?

J.C.- Se puede explicar de una manera muy sencilla: si en cualquier otro sector productivo de la economía española se le aplica una subida de trece puntos, no hubiera podido aguantar dicha fiscalidad. En definitiva, tenemos el IVA más alto de la zona euro y te voy a poner tres ejemplos de otros tantos países de nuestro entorno que tienen un IVA distinto y eso hace que seamos menos competitivos en Europa: Francia, 2,1% de IVA en las entradas del teatro; Alemania, 7% de IVA cultural; Grecia, hasta hace unos meses el 9%, hace unos días la Troika recomendó que fuese del 6%. Como podemos comprobar, nuestro IVA es injusto e impide que la gente invierta en cultura.

TaT-. ¿Puede que el ambiente preelectoral o las próximas elecciones den alguna buena noticia en este sentido?

J.C.- Creemos que sí porque ya numerosos partidos políticos se han comprometido en introducir en sus programas electorales la bajada del IVA Cultural si ganan las elecciones.

Jesús Cimarro, en Mérida, con Pedro Sánchez y Guillermo Fernández Vara

TaT-. ¿Es posible que el asunto del IVA haya hecho pasar a un segundo plano otros aspectos o problemas que el teatro y las artes escénicas, como sector, tengan pendiente de resolver?

J.C.- Posiblemente. La industria del teatro necesita de una reconversión, sobre todo en la gestión tanto de compañías como de espacios escénicos que se podría haber hecho si no nos hubiesen ahogado con impuestos.

TaT-. Este crítico momento económico coincide en el tiempo con lo que muchas voces denominan un momento brillante en cuanto a dramaturgos y directores de escena. ¿Está de acuerdo? ¿Se vive una época de esplendor creativo?

J.C.- Todas las crisis hacen que se agudice el ingenio; y eso provoca que los creadores desarrollen sus habilidades.

TaT-. ¿Cómo contempla el auge de las salas alternativas y el circuito off? Cada vez se impone más la lectura de que esa efervescencia es agridulce: mucha creatividad, nuevas propuestas… pero también poca proyección, deterioro de las condiciones laborales…

J.C.- Todas las nuevas iniciativas que surgen son positivas, lo que ocurre es que con la actual crisis pueden llevar a precarizar demasiado el sector. La autoexplotación y unas condiciones laborales poco ortodoxas.

TaT-. Voy a volver un momento al Festival de Mérida para traer a colación otro tema del que me gustaría conocer su opinión: la colaboración entre lo privado y lo público, a la que se ha referido en reiteradas ocasiones como “imprescindible”. ¿Es Mérida un ejemplo de esa colaboración? ¿En qué aspectos concretos deberían plasmarse esas colaboraciones?

J.C.- Yo creo que sí, y los hechos lo avalan. En los cuatro años que llevo como director, el modelo ha funcionado sin perder la esencia y teniendo claro que el Festival de Mérida es un evento público con la gestión externalizada. Siempre he defendido la gestión público/privada y la gestión mixta. El modelo de Mérida está enmarcado en éste último.

TaT-. A su juicio, ¿cuál debe ser el papel de los organismos públicos teatrales? ¿Lo están cumpliendo?

J.C.- Lo público debe llegar donde no llega la iniciativa privada. En definitiva, la iniciativa privada no es más que la sociedad civil. Considero que muchos organismos públicos no están cumpliendo con esa misión.

El futuro

TaT-. Hemos hablado ya de su trayectoria como productor, de la marcha del Festival de Mérida, de la situación actual del teatro… ahora me gustaría hablar del futuro. En primer lugar, ¿qué cree que le espera al teatro, como forma artística y como producto, en los próximos años?

J.C.- El teatro lleva más de 2.000 años reinventándose cada día, que es lo que creo que debe seguir haciendo; y adaptándose a las nuevas tecnologías y al marketing que impera en nuestros días.

TaT-. Ahora, más en concreto: ¿Qué metas se plantea para Pentación? ¿Adónde quiere llevar la productora en los próximos años?

J.C.- Nuestra principal meta es seguir produciendo, distribuyendo y exhibiendo teatro. Queremos continuar mostrando que desde la iniciativa privada se puede colaborar con lo público y seguir trabajando por mejorar nuestro sector porque, si así lo hacemos, Pentación se beneficiará de esa mejoría.

TaT-. ¿Qué proyectos tiene entre manos? ¿Puede darnos algun detalle, alguna primicia de lo que esté por venir?

J.C.- Producir un par de espectáculos que en breve se podrán conocer y dar forma a la programación de Mérida 2016.

TaT-. Ya para acabar, Pentación no sólo produce, también gestiona teatros. En Madrid, el Teatro de La Latina y el Teatro Bellas Artes. ¿Qué proyecto tiene para ambos teatros?

J.C.- Estamos perfilando la programación 2015-2016, ya muy avanzada, y que presentaremos en octubre.

 

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